lunes, 30 de agosto de 2010
Sólo medallas
De ninguna manera quiero restar méritos a los atletas que con su esfuerzo lograr subir al podio de cuaqluier competencia internacional, pero no deben tomarse las preseas logradas como una medida de calidad, porque hay una serie de circunstancias que suelen intervenir que obligan a ver el panorama deportivo desde otra optica.
Ciertamente que los deportes de marca y tiempo, y los resultados de las disciplinas de conjuntos son señeros de la situación real del deporte de un país. Una buena muestra de ello es la situación, sion dudas envidiable de España, que tiene atletas ganadores de muchas disciplinas, tanto individuales como de conjunto, y me voy a permiutir no enumerarlas porque seguramente la nota se me iría en nombres y especialidades.
Este escrito tiene que ver con la actuación de los atletas juveniles en los I Juegos Olímpicos de la Juventud efectuados en Singapur, competencia en la cual Venezuela no salió mal parada y trajo media docena de preseas, entre plata y bronce, pero esa circunstancia no se debe tomar como que tenemos un promisorio futuro y que en Londres 2012 eso pudiese repetir.
El nadador Cristian Quintero tiene capacidades para ser en el futuro una carta importante en una delegación nacional, pero requiere de apoyo para continuar sus crecimiento deportivo y poder tenerlo entre los mejores tiempos, del ranking internacional, en algunas de las pruebas cuando llegue el momento de los Juegos de Londres. Una muestra de lo dicho, es el lamentablemente desaparecido Rafael Vidal Castro, que cuando fue a competir a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles su crono estaba entre los mejores siete del mundo, y conquistó una presea de bronce.
En los deportes de combate, en los cuales Venezuela suele tener siempre algún chance, resulta interesante el trabajo de masificación que la Asociación de Boxeo del DF realiza y que puede ser el semillero de nuevas figuras que engrosen las secellciones nacionales, pero también hay que tomar en cuenta que en su crecimiento, lo que redundadaría en una mejoría en su calidad de vida y la de su familia, cuando llegue el momento oportuno, y no cuando ya estén gastados de tanto tiempo en el amateur, incursiones en el profesional, porque no tiene nada de malo probar que pueden ser campeones mundiales y lograr el reconocimiento nacional e internacional, además de asegurarse el futuro.
Es prudente, y esto tiene que ver con las autoridades deportivas, que los púgiles que vayan a dar el salto al profesional sean evaluados rigurosamente, tanto físico como mentalmente, porque si no están aptos, puede tomar otro camino y en otra profesión u oficio, también ser útil a si mismo, a su familia y al país.
lunes, 2 de agosto de 2010
Nuestro baloncesto en retroceso
El equipo que ha ganado por única vez un Suramericano para Venezuela. Quizás ahora el atrevimiento y coraje de aquellos que una vez defendieron la camiseta nacional (Detrás de DT Julio Toro, están Estaba y Shepherd)
No es ninguna novedad que en Venezuela algo vaya marcha atrás, porque el país mismo parece haber retrocedido a la decada de los 40, cuando la malaria y la tuberculosis eran las principales causas de muerte en el país. Como el deporte, pese a la cuenta de medalla de los CAC en los cuales Cuba tuvo ausente, el balonc esto que una vez le peleaba la supremacía a Brasil y a Argentina y que había dejado atrás a Uruguay, hoy vuelve a ser un rival de poco peso, que a la hora de las exigencias grandes se diluye en errores y es derrotado por Colombia, que hacía más de 50 años que no le ganaba a una selección de basquetbol de camiseta vinotinto.
Es lastimoso ver como el equipo nacional y su cuerpo técnico no pudieron resolver una marcación zonal, como a la hora de pelear los rebotes, el más alto ( aunque no es un centro típíco) no estaba en la zona pintada para luchar por el balón, que pareció que ninguno, a la hora de la chiquita, se abrogaba la responsabilidad de lanzar del perímetro, que no no había las cortinas necesarias para que los tiradores de media y larga distancia pudiesen tener mejores opciones de lanzar. Daba pena que un pequeñín, como el uruguayo Fernando Martínez, penetraba la defensa de Venezuela sin muchos problemas, además de embocar a placer desde el perímetro.
Quizás para algunos los buenos recuerdos de los momentos estelares del equipo nacional son eso, sólo buenos recuerdos, porque desde la creación de la Liga Profesional, que sustituyó a la desaparecida Liga Especial ( que estaba bajo el contro de la Federación Venezolana de Baloncesto) ese deporte está en caída libre, y no sería raro que, como en los años 50 y 60, los rivales no vayan a practicar cuando les corresponda jugar contra Venezuela.
Cierto que la LPB quiere que el baloncesto sea un espectáculo, pero debe ser un espectáculo digno y ayudar a mejorar el nivel del deporte. La inclusión de un tercer importado, con la denominación de "comunitario" ha favorecido el crecimiento de jugadores de países diferentes a Estados Unidos, cuyas ligas son medriocres y aquí en nuestro país aprenden y mejoran, para luego resultar nuestros rivales en torneo internacionales. La LPB, en vista que ese "comunitario" tiene la aprobación de FIBA, debería tomar la iniciativa y volver a sólo dos importados, vengan de donde vengan, con ellos más jugadores venezolanos tendrían más minujtos en la cancha y más posibilidades de mejorar su nivel de juego.
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