lunes, 30 de enero de 2012

70 años de "El Más Grande"




70 años de “El Más Grande”

Muhammad Alí cumple años y su ágil figura sobre el ring, que “vuela como mariposa y pica como abeja” mantiene la vigencia que sólo logran las leyendas

CÁNDIDO PÉREZ
cperez@el-nacional.com

El 17 de enero de 1972 nació en Louisville, Kentucky un niño que fue bautizado con el nombre de Cassius Marcellus Clay, y que con el correr de los años, cuando se integró a religión del Islam, cambio su nombre a Muhammad Ali.
Revolucionó el boxeo y su figura ha transcendido los cuadriláteros para convertirse en un legendario ícono por la lucha de los derechos civiles en el mundo entero.
Su llegada al boxeo fue la consecuencia de haberse convertido en la victima de un robo. A los 12 años de edad le hurtaron una bicicleta de 60 dólares en el centro de Louisville. Ese día se encontró con Joe Martin, policía y entrenador de pugilismo en un sótano de esa ciudad, quien le instó a aprender a defenderse.
El primer día en el gimnasio retó a otro muchacho, que tenía más experiencia, y bajó el ring con un labio y la nariz sangrando. En otra ocasión se midió con otro que tenía fuerte pegada, Willie Moran, y terminó en la lona. Maltrecho, pero con el espíritu incólume, Clay perseveró un mes y medio más tarde hizo su primera pelea formal, en un peso por debajo de 40 kilos y con su padre Cassius en la esquina, contra un joven mayor, Ronnie O’Keefe, a quien derrotó por decisión divida.
“No distinguía un gancho de izquierda de una patada en el culo, pero era el boxeador más entregado que había visto en mi vida. Vivía en el gimnasio”, declaró en una ocasión Joe Martin al periódico The Louisville Courier-Journal. Esa dedicación produjo sus frutos, sumó 36 victorias al hilo y con un manojo de títulos regionales y nacionales logró un cupo en el equipo de boxeo de los Estados Unidos que participaría en los Juegos Olímpicos de 1960 en Roma como representante de los semipesados, a la que viajó pese a tenerle pánico a volar. Incluso, fue a una tienda de desechos militares y se compró un paracaídas que cargó durante el traslado a Italia.
El combate por la medalla de oro fue contra el polaco Ziggy Pietrzykowski, con 231 combates en su haber y tres veces campeón de Europa. La condición de zurdo de su oponente le incomodó en el primer asalto, sin embargo comenzó a dominar a su ortodoxo rival con su agilidad de manos y sus desplazamientos, al punto que cuando terminó el tercer asalto el polaco parecía que estaba nockout, pero parado. La decisión a favor de Clay fue unánime.
Llegó a Louisville con la medalla dorada al cuello, la cual no se había quitado en varios días, fue recibido como héroe, pero sufrió una frustración cuando quiso entrar a un restaurante exclusivo para blancos. Lanzó su medalla al río Ohio.
Sin embargo, pese a aquel inconveniente, firmó un contrato con el Louisville Sponsoring Group para incursionar en el boxeo profesional. Le dieron 10.000 dólares por la firma, además 4.000 dólares anuales a cuenta de futuras ganancias durante los siguientes dos años. Con parte del dinero le compró una auto Cadillac a su madre, Odessa.

El inicio de la fama Tunny Hunsaker, 12 años mayor que Clay y con 25 peleas en su registro, fue su primer contrincante en el profesional. Ganó por decisión unánime en seis asalto y Hunsaker, después de la pelea confesó: “Probé todos y cada uno de los trucos que sabía para desestabilizarle, pero era demasiado bueno”.
Le llevaron a practicar al campamento del campeón Archie Moore, de 47 años, pero como Clay hacía poco caso y trataba de imponer su propia técnica, Moore llamó a William Favesham, quien fungía como su manager, para decirle que se lo llevara, “lo que necesita es unos buenos azotes”, dijo el veterano púgil.
Pasó a manos del entrenador Angelo Dundee, radicado en Miami, con quien logró resultados inmediatos. La filosofía de Dundee era: “Dejar que la estrella se crea que lo está haciendo él sólo”.
Fue sumando triunfos con peleadores de poca monta. En el Madison Square Garden comenzó a predecir los rounds en que ganaría y así derrotó al alemán Will Besmanoff en el séptimo tramo, y también a Sonny Banks en el cuarto, aunque antes de perder, Banks se convirtió en el primer rival que lo envió a la lona.
“Bocazas” le apodaban por su incontinencia verbal y agresiones contra sus rivales, que además servían de promoción a los combates. Terminó con su ex entrenador, Archie Moore en cuatro rounds. A los 21 años le llegó la gran oportunidad, un combate por el título mundial pesado contra Sonny Liston.

El Más Grande. Liston amedrentaba con su presencia, e incluso Clay estaba un poco inseguro, pero se le acercó uno de lis líderes de “La Nación del Islam”, Malcolm X, quien le dijo: “ Tu eres más alto, tienes los brazos más largos, eres más rápido, Tu representas a un pueblo tienes que derrotarlo”.
Así fue, en el Convention Hall de Miami, el 25 de mayo de 1965, Liston no salió para séptimo asalto.
Esa noche, además de titularse campeón mundial, hizo varias cosas adicionales, anunció su cambio de nombre por el de Muhammad Alí, su participación en “La Nación del Islam” y proclamó al mundo que él era “El Más Grande”.
Luego vendrían peleas más exigentes. Sobre todo su enfrentamiento con el Estado para no asistir a la Guerra de Vietnam, por lo que fue despojado de su título. Sus tres combates contra Joe Frazier, la recuperación de su corona al vencer a George Foreman. Su derrota con un desconocido Leon Spinks, su revancha y nueva recuperación del título, su derrota a manos de Larry Holmes, quien había sido su sparring, y quien no ocultó su admiración al decirle “Eres el más grande. Te quiero”.
Con el retiro y el paso del tiempo se destacó la brillantez de Muhammad Ali, quien fue reconocido por presidentes como Nelson Mandela, Jimmy Carter, Bill Clinton. El regreso al pináculo de la gloria, cuando tembloroso a consecuencia del Mal de Parkinson, encendió el pebetero de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996.
Han pasado muchos y muy buenos boxeadores desde el retiro de Ali, pero ninguno ha llegado a disputarle el título que será suyo eternamente, “El Más Grande”.

///////RECUADRO///
Muhammad Ali
Sexo: Masculino
Fecha de nacimiento: 17/01/1942
División: Peso pesado
Guardia: Derecho
Estatura: 1, 91 mts
Alcance de brazos: 2,03 mts
Apodo: El Más Grande
Nacionalidad: Estadounidense
Ciudad de residencia: Louisville, Kentucky, Estados Unidos
Lugar de nacimiento: Louisville, Kentucky, Estados Unidos
Nombre de nacimiento: Cassius Marcellus Clay
Victorias: 56 (KO 37):
Derrotas 5: (KO 1)

viernes, 14 de octubre de 2011

Púgil Jorge Linares en un compromiso difícil


Jorge Linares quiere el título ligero del CMB y para ello debe vencer en Los Ángeles al "chicano" Antonio de Marco.
El venezolano es un peleador de buene esgrima, pegada acepable, que sabe caminar el ring y que fue entrenado por Freddie Roach, el mismo que se encarga de la preparación del estelat filipino Manny Pacquiao.
Linares, pese a su calidad inobjetable, la tendrá difícil, puesto que De Marco es un peleador matrero, que pega con los codos, con la cabeza, que sabe hacer daño y, además, que tiene gran poder de asimilación.
Tal vez el nativo de Barinas haya aprendido cosas nuevas con Roach y que su nuevo preparador, Jorge Ariza, le haya puesto en las mejores condiciones para la pelea, pero Linares está obligado a salir a buscar el nockout, porque tiene en contra el público, posiblemente algunos de los jueces y que va a buscar el cinturón del CMB, organización que difícilmente tiene en sus rankings de los diversos pesos, a algún venezolano.
De Marco, luego de una refriega intensa, fue vencido por el desaparecido Edwin Valero, a quien cortó de un cabezazo, además de enviarlo a la lona, lo que de algunba manera muestra que espera a Jorge Linares, que el día antes del combate, detrás de unos grandes lentes oscuros, estuvo chateando con amigos y admiradores y haciendo bromas desde Los Ángeles. Ojalá eso haya sido un rasgo de seguridad en lo que va a hacer sobre el cuadrilátero.

Lin ares

jueves, 1 de septiembre de 2011

No convence Eric Musselman


La credenciales de Eric Musselman, actual director técnico de la selección venezolana de baloncesto, son inobjetables. Ha trabajado en la NBA (con los Warriors), además de haber dirigido a República Dominicana con éxito en el Centrobasket, pero como entgrenador del equipo de la camiseta vinotinto me ha parecido que le falta capacidad de análisis y, seguramente, tampoco tiene mucho conocimientos de los jugadores a su cargo.
Las dos derrotas iniciales de Venezuela con Brasil y República Dominicana pudieron evitarse, si Musselman hubiese solicitado descuentos de tiempo en los momentos adecuados para reorganizar al equipo y, además, romper el ritmo que traían los rivales.
Por otra parte, es inexplicable que tenga en la banca a Heissler Guillent, quien fue seleccionado como Jugador Más Valioso de la pasada temporada de la Liga Profesional de Baloncesto de Venezuela.
La argumentación que los dos rivales eran fuerten es pobre, porque todo el que esté medianamente informado del baloncesto, sabe que tanto Brasil como Dominicana tiene buenos conjuntos, con jugadores altos y fuertes.
Se puede decir, indudablemente, que el equipo venezolano jugó bien, que posiblemente esa haya sido un aporte de Musselman, pero es imperdonable llegar al último cuarto con ventaja de 11 puntos y perder con Dominicana.
Con Cuba, que en los momentos no es un rival de peso, Musselman pidió variuas veces descuentos de tiempo, amplió la rotación de jugadores y la victoria fue contundente, pero creo que la Federación Venezolana de Baloncesto, su delegado y su presidente, deben hablar con el técnico y sobre todo, con sus asistentes, para que ayuden, para que le llamen la atención sobre la situación de juego. Henry Paruta es un experimentado auxiliar de varias selecciones, creo que es él el llamado para decirle, en la cancha, a Musselman lo que ocurre y ofrecer posibles soluciones, de los contrario su función sería meramente decorativa y no es algún Adonis ni ninguna Miss para adornar nada.

lunes, 3 de enero de 2011

Un "Aguacerito" refrescó el boxeo venbezolano en 2010





Miguel Acosta, sin mucho aspaviento, fue hasta Namibia, África; para traer el título mundial ligero de la AMB



CÁNDIDO PÉREZ



El año 2010 no fue pródigo con el boxeo profesional venezolano. Acaso lo más destacable fue la conquista del título mundial de los ligeros, en versión de la Asociación Mundial de Boxeo, por Miguel “Aguacerito” Acosta, que podía considerarse una sorpresa, cuando con el título interino en su poder, fue a buscar el cinturón campeonil a Namibia, África, donde enfrentó a Paulus Moses, “gallo de su patio” y que perdió por nockout con el venezolano en seis asaltos, el 29 de mayo.


Pero antes, de ese motivo de celebración, hubo otro hecho que enlutó al deporte y a dos familias que, seguramente, lamentan la perdida de dos personas jóvenes. Uno, un campeón mundial, Edwin Valero, que pocas semanas después de defender exitosamente su corona contra el mexicano Antonio DeMarco, se suicidó en una celda de un centro de reclusión de Valencia, después de haber asesinado a su esposa, Jennifer Viera, en la habitación de un hotel de la misma capital carabobeña.


Aquel personaje, confeso seguidor del presidente Hugo Chávez, a quien llevaba tatuado en el pecho, parecía poderse convertir en la figura que hubiese hecho reverdecer los laureles del boxeo nacional. Pero aquellos planes de montar combates por títulos mundiales en el país, como aquel contra Héctor Velázquez ( el 19 de diciembre de 2009 en el Polideportivo José María Vargas de La Guaira) se fueron a pique, como también la posibilidad ( que siempre fue remota) de enfrentarse al filipino Manny Pacquiao, el púgil más connotado de la actualidad.


Hay que reconocer que, sin pertenecer al mundo de los cuadriláteros, surgió José Machek, más ligado al hipismo, quien acompañado de otros interesados, montaron varios programas, uno de ellos el de Valero en La Guaira y en el mismo sitio, el de Nehomar Cermeño contra Anselmo “Chemito” Moreno, en el cual estaba en juego el título gallo.



“La Niña” rompió el celofán Aunque en Venezuela ha habían algunas mujeres que practicaban el pugilismo, sólo habían realizado combates profesionales en el exterior, porque aun no estaban autorizadas peleas de la rama femenina.


Pero el 27 de marzo de 2003, en el mismo programa en el cual Cermeño y el panameño Moreno se enfrentaron y que fue declarado tablas, subió al cuadrilátero guaireño una esbelta joven, Ogleidis “La Niña” Suárez, quien se convirtió en la primera venezolana en pelear en su país en una cartelera profesional.


Haciendo gala de depurada técnica, buenos movimientos laterales, además de caminar con elegancia el ensogado, “La Niña” Suárez superó por nockout técnico a la colombiana Vanessa Medrano.



Mi futuro está en pluma Ogleidis Suárez cerró su actividad boxística de 2010 con una contundente victoria sobre Paola Esther Herrera, a quien derrotó por nockout a los 36 segundos del primer asalto, de un combate celebrado el 18 de diciembre en Panamá.


“La Niña” venía de perder, por segunda ocasión, con la panameña Chantal Martínez, por nockout técnico en el combate de revancha.


“Subí en malas condiciones. Tenía la hemoglobina baja, pero el examen me lo hicieron muy cerca del combate y no podía pedir una suspensión. Además, mis entrenadores y yo no teníamos una buena comunicación”, explicó la peleadora, que sin embargo, cree que puede considerar el 2010 un año satisfactorio para su carrera.


“Hice cinco combates y gané cuatro”, argumentó


Para el combate de cierre de año, la venezolana pactó para que el límite fuese de 124 libras.


“En supergallo me sentía muy débil y creo que esa fue una de las causas por la que perdí con Chantal Martínez por nockout. El año que viene boy a subir a las 126 libras (pluma), en ese peso debo ganar masa muscular y tener mejor pegada”.


--¿ Cuáles son los planes para 2011?


-- Espero hacer dos o tres peleas en pluma, ganar experiencia, porque en cada pelea uno aprende algo y creo que con mi nuevo entrenador, el señor Zerpa, puedo conseguir el chance de combatir por el título de esa división


--¿Pelearías de nuevo con Chantal Martínez?


--Esa es una espinita que tengo clavada. Si hay la oportunidad de enfrentarla en 126 libras lo haré, es más, si llego a conquistar el título, no tendría problemas en darle una oportunidad para que trate de arrebatármelo.



“Aguacerito” quiere lucir Miguel “Aguacerito” Acosta tenía 31 peleas realizadas (28 ganadas, 22 por KO, tres perdidas, dos por KO, y dos empates) antes de tener una oportunidad por el título ligero de la AMB.


Cuando Acosta viajó a Namibia no llevaba la etiqueta de favorito, es más, era campeón interino y el titular de la división era su rival, Paulus Moses, quien presentaba un récord de 24 victorias, 18 por nockout, y se matenía invicto. Además, el apodo de “Hitman” hacía pensar a cualquiera que sería el lógico ganador.


El venezolano, sin desmedro de sus méritos, nunca ha sido un peleador deslumbrante, en una ocasión su padre y representante dijo, y de allí su apodo, que “Miguel es como un aguacerito, poco a poco va mojando y cuando el rival se da cuenta, está empapado de golpes”.


Es un hombre modesto, que llegó al título con 32 años de edad, cuando algunos ya están pensando en colgar los guantes, sin embargo el mirandino quiere tener oportunidades de exponer su título y conseguir buenas bolsas


“El año 2010 fue bueno para mí. Logré el título, pero no pude exponerlo”, dijo Acosta, quien explicó que se cayeron dos combates y luego sufrió una lesión en el músculo dorsal izquierdo.


“Sin embargo debo decir que trabajé mucho para mantenerme en forma. Fui a pelear a Nicaragua, en el programa que organizó la Asociación Mundial de Boxeo y gané, sin muchos problemas”, agregó.


Acosta en Nicaragua se impuso en el primer asalto al panameño Armando Córdoba por KO en el primer round.



Pelear con el supercampeón Entre las modalidades introducidas por la AMB, Juan Manuel Márquez fue nombrado supercampeón ligero, es decir, está un escalón por encima de Acosta, quien aspira a enfrentarse con él por ese título.


“Yo para 2011 espero hacer un mínimo de tres defensas, o quizás puedan ser cuatro. Ya tengo la primera firmada y el 26 de febrero en Japón expondré mi corona contra Takehiro Shimada”, aseguró.


También, en caso de salir airoso de ese compromiso, debe arriesgar el cetro en una pelea obligatoria, en mayo o junio a más tardar, contra el primero del ranking, el estadounidense Brandon Ríos.


“Me gustaría tener una oportunidad para enfrentarme con el supercampeón Juan Manuel Márquez, si es posible el año próximo mejor”, adicionó el púgil.


Sobre la posibilidad de incursionar en otro peso, Acosta aseguró que no tiene problemas para mantenerse en la división de los ligeros.


“Pero si me ofrecen una buena bolsa, cambiaría de división, pero luego de evaluar las posibilidades”, concluyó.



Prueba superada Jorge Linares, quizás en la actualidad el peleador venezolano de mayor resonancia en el público, destacó para su carrera profesional el año 2010 comenzó difícil. Venía de perder el título superpluma el 10 de octubre de 2009 con el mexicano Juan Carlos Salgado.


“Mi primera pelea del año fue en La Guaira contra el dominicano Francisco Lorenzo, pero todavía al subir el ring tenía un problema psicológico, una cierta inseguridad que no me permitía desenvolverme como antes, podría decir que estaba como amarrado”, dijo Linares desde su natal Barinas, donde estuvo pasando los días de final de año con sus familiares.


Linares fue posteriormente a Las Vegas donde se enfrentó al mexicano Rocky Juárez (31 de julio) y logró una victoria por decisión mayoritaria ( dos jueces votaron a su favor 99 a 90 y otro a favor del oponente 97 a 92).


“Esa fue otra experiencia importante, de la cual pude salir airoso”, dijo el púgil de 25 años de edad.


Para algunos venezolanos que presenciaron el combate contra Juárez, el peleador de Barinas pudo haber ganado por nockout, pero le faltó salir a rematar en algunos pasajes.


“Pero en el tercer combate contra Jesús Chávez, en Japón, conseguí superar esa especia de barrera psicológica y logré un triunfo en el cuarto round, cuando el árbitro decidió detener la refriega en vista de las condiciones del rival”, explicó.



Nuevo año, nuevo título Los planes de Jorge Linares para 2011 son ambiciosos.


“ Me gustaría hacer tres o cuatro pelea. Una que me sirva de preparación de fogueo, para luego ir por el título mundial.


La corona mundial de los ligeros, en versión de la Asociación Mundial de Boxeo la ostenta otro venezolano, Miguel “Aguacerito” Acosta.


“Un combate contra Acosta no va. Creo que nosotros debemos trabajar para tener, cada vez más, campeones mundiales, en tal caso iría con el título del Consejo Mundial de Boxeo”, explicó Linares. “Luego me gustaría hacer dos defensas y me gustaría cerrar el 2011 con una pelea en Venezuela”






viernes, 26 de noviembre de 2010

¿Qué es un supercampeón?


Las cosas que ocurren en el boxeo de etos tiempos realmente parecen, por lo menos insólitas, la Asociación Mundial de Boxeo nombró al boxeador panameño "Chemito" Moreno supercampeón de los pesos gallos y dejó vacante el título de campeón.

Claro, la idea es darle una oportunidad al zuliano Lorenzo "Lencho" Parra de entrar en una eliminatoria directa contra el japonés Koki Kameda de combatir por el título mundial de las 118 libras.

Es decir, que quien gane el próximo 26 de diciembre, en un combate que se celebrará en Japón será campeón, pero de un segundo nivel, porque en el primer nivel está Anselmo "Chemito" Moreno.

Creo que la Asociación Mundial de Boxeo la hace un flaco favor al deporte con estos inventos, porque si la intención es que haya más combates titulares, pueden idear otra fórmula y no tener un titular de primera(Supercampeón) y uno de segunda (Campeón).

¿Qué habrá que hacer para llegar a supercampeón?

¿Qué tipo de campeón sería, por nombrar alguno, Ray Sugar Leonard, o Manny Pacquiao?. ¿Será que en un futuro cercano habra "ultrahipercampeones"?

Si algo le falta al boxeo de la actualidad es seriedad de las organizaciones que lo rigen, que me parecen que son demasiadas y con demasiados campeones.

Si hay que buscar a los mejores de cada división pueden hacer peleas entre los titulares de las div ersas categorías de cada entidad que intenta regir en una parcela del pugilismo, así lo que se ciñan un cinturón campeonil serán los que tienen méritos para se llamados campeones.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

El COV como el Gobierno, se contradice


Unos días antes que se efectuase la pelea por el título mundial supergallo entre el venezolano Lorenzo "Lencho" Parra y el panameño Celestino "Pelenchín" Caballero (7 de julio 2008) en la sede del Comité Olímpico Venezolano se efectuó una rueda de prensa promocional del combate, en aquella oportunidad estaba en el presidium el presidente de la entidad olímpica Eduardo Álvarez, a quien preguntamos como un organismo como el COV, que debía ser ajeno al boxeo profesional, promocionaba una cartelera de pugilismo profesional.

Álvarez expresó ante cerca de una vientena de periodistas, que el boxeo amateur tenía un tope y que los peleadores debían ser el cuso lógico que era el boxeo profesional.

Ahora, en vista de Alfonso Blanco, púgil insignia de las selecciones nacionales de mayores, llegó un acuerdo con la empresa promotora estadounidense Golden Boy Promotions, que encabeza Oscar de la Hoya, el presidente del Comité Olímpico Venezolano levantó su voz de protesta contra los promotores del boxeo profesional, con quienes, por cierto ha tenido muy buenos tratos.

La actuación del dirigente no dista mucho de quien le nombró Ministro del Deporte, cargo que además lo capultó al COV, es decir, Hugo Chávez, quien un día asevera, asegura, jura y perjura una cosa y al siguiente día, con un caradurismo sin precedentes ( incluso superó por bastante a CAP) sostiene todo lo contrario.

Sabemos que Eduardo Álvarez tuvo militancia en el PPT, al igual que Aristóbulo Isturiz, quien siempre le apoyó para cargos públicos, y es posible que al igual que su conmilitón haya pasado a la filas del PSUV, y la influencia del Presidente sea ahora mayor, al punto de emularle hasta en esos bruscos cambios de posición.